Thursday 13 March 2008

Romanticismo Español: Larra y Espronceda


Preguntándonos de la existencia de un movimiento romántico, propiamente dicho, en la literatura española decimonónica, nos sería de mucha ayuda dirigirnos, en primer lugar, hacia la interrelación entre el entorno histórico, sociopolítico y cultural español de principios del s. XIX y el correspondiente europeo.
Mariano José de Larra
"El sentimiento es una flor delicada, manosearla es marchitarla"
Mariano José de LarraSi así actuamos, no podemos perder de vista el atraso inevitable que supuso la configuración política española, con una Guerra de Independencia que iba a ser tanto sangrienta como derrochadora de energías creativas, que Europa ya hacía mucho tiempo había invertido en su desarrollo económico y cultural, y con una década (que luego iba a denominarse 'la Década Ominosa), la de entre 1823 y 1833, que se marcó por la brusca represión de toda expresión artística libre y la contención de todo ímpetu creativo o renovador que se estaba gestando durante toda la época de la Ilustración dieciochesca. Entonces, una primera y fundamental diferencia entre el Romanticismo español y el europeo, estriba en unas muy distintas entre sí coyunturas históricas
[1]. Al introducirse en el marco español la mentalidad romántica, ya se habían manifestado los primeros indicios de su decadencia en los demás países europeos.
Por otra parte, la formación definitiva cultural de los románticos españoles se vio condicionada, por el peso inaguantable de un Siglo de Oro, de valores más tradicionalistas y conservadoras, cuya proyección política en el s. XIX sería el conservadurismo carlista más que el liberalismo romántico; por una Ilustración española igualmente moderada en comparación con la correspondiente europea que dio lugar a una Revolución como la francesa; y por un liberalismo en realidad prestado, imitado, más que naturalmente surgido, introducido en España por los liberales exiliados, después de 1823, fecha de la muerte de Fernando VII. De ahí que el Romanticismo español adquiriera su carácter más moderado y a veces hasta conservador y tradicionalista
[2], mientras no faltan los que le niegan del todo su existencia como movimiento literario íntegramente y de modo original formado[3].
De todo modo, si bien el Romanticismo español no alcanzó las altitudes de otras escuelas románticas europeas, nadie le podría negar la producción de unas (pocas, es verdad) figuras de indiscutible talento y calidad literaria, como la de Espronceda o la de Larra.
Éste último, llegó a convertirse en el prototipo del liberal y romántico, tanto por sus indiscutibles destrezas literarias y su papel no menos significante a favor de la lucha política e ideológica de los liberales de sus años, como también por su suicidio, remate congruente con una vida apasionada como la que él vivió.
"El corazón del hombre necesita creer en algo y cree en las mentirascuando no encuentra verdades en las que creer "
Mariano José de Larra La tragedia que caracterizó a la vida de Larra y a todo el movimiento romántico español, ha sido la misma que ha determinado cualquier período de transición y cualquier ideología del hombre. Larra vivió exactamente en una época transitoria del Antiguo Régimen monárquico a un estado todavía no del todo cristalizado, pero sí prometedor de un porvenir mejor, de una sociedad de carácter esencialmente feudal (aún más fuerte en el caso de España) a la sociedad burguesa e industrial moderna. Su infortunio fue que le tocó vivir en una sociedad como la española de principios del s. XIX, asolada por la guerra (ya fuera la de Independencia o las llamadas carlistas), estrechamente ligada a su pasado y a sus pilares ideológicos de religión, monarquía, y tradición, social- y económicamente atrasada, carente de las condiciones aquellas que mucho antes condujeran a los países europeos más desarrollados a sus Revoluciones burguesas (véase Revolución francesa). En esta incapacidad de cambiar radicalmente, propia de la sociedad española de aquel entonces, combinada con el ímpetu revolucionario que caracterizó a Larra y a los demás escritores liberales de su generación, residió la insuperable y trágica contradicción de él mismo y de todo el movimiento romántico
[4].
El caso Larra es muy interesante por dos razones: por un lado demuestra el conflicto que debe existir siempre que un espíritu insólito como el suyo se encamina a cambiar la realidad que lo rodea, sea personal o social, motivado por aquel insaciable descontento permanente, del que al parecer han de sufrir más estas personalidades excepcionales. Larra era condenado a derrotarse a causa de lo irrealizable de su proyecto: España no iba a transformarse tan pronto como él lo quisiera. En realidad, esta insistencia suya en no cambiar iba a derrocar décadas después a otra generación, la del '98, y la lucha entre tradición y transformación iba a pervivir hasta mediados del siglo próximo, arruinándo el país por completo.
Por otra, y en un nivel más filosófico, quizás ponga de manifiesto la inevitable bancarrota final de toda revolución social y política (sin que se pueda negar la importancia de ella). La Revolución tal vez constituya el más eficaz estímulo para que sucedan transformaciones sociales históricamente, y una de las más importantes fuentes de desilusión para el hombre, a la vez. De esta índole 'creativa' y decepcionante de la Revolución como concepto y fuerza transformadora fue víctima Larra.
"Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas."
Mariano José de LarraNo es de extrañar pues, que el entierro de Larra cobrara una importancia extremamente política y colectiva. Ni fue la primera vez en la Historia, que el entierro de un escritor políticamente comprometido, se tiñera políticamente. Relativo en este caso es el entierro del poeta chileno Pablo Neruda, el 25 de noviembre de 1973
[5], sólo pocos días después del golpe de estado dirigido por Augusto Pinochet y de la muerte de Salvador Allende. La única diferencia entre los dos entierros: que al de Larra le siguió una larga etapa de lucha para su clase social favorita hasta su establecimiento final en el poder, mientras que al de Neruda le siguió una de las épocas más violentas y oscuras que ha conocido Chile y la humanidad entera.
Sería injusto si omitiéramos una breve referencia al segundo escritor español romántico, que junto con Larra costituyeron los dos gigantes del Romanticismo español, José de Espronceda. Las similitudes entre los dos son impresionantes y efectivamente las que los categorizan como 'románticos': en las personalidades y vidas convulsas de ambos se personificaron la actitud apasionada hacia la vida, la propensión aventurera, el amor (siempre incumplido) como remedio último de una vida llena de desilusión y aflicción, la política, el talento, la utopía, la desesperación, el pesimismo, la verbosidad, la exageración, la ironía, la juventud que se va desgastando hasta la muerte precoz..
Todas estas vertientes se comprueban en la poesía misma de Espronceda. Tomemos como ejemplo su poema con el título más elocuente de 'La Desesperación'
[6]. En éste se aprecia sobre todo el sentimiento de su título, que se va justificando a lo largo del poema, a través de un cinismo y una ironía, propias del Romanticismo y en concreto de su autor. Las imágenes utilizadas son crueles, hasta horripilantes ('... tostarse allí un anciano...'); parece como que el verdadero motivo de Espronceda es exactamente éste: asustar a su lector ('... y al mundo adormecido le haga estremecer'), hacerlo despertar de su letargo, hacerle ver lo que él percibe: la desesperación inmensa en la que está
José de Espronceda hundido el hombre y la vida misma; la crueldad en la que -sin querrerlo- está obligado el poeta a vivir; la violencia, la grosería del hombre, la mentirosa índole del amor lascivo y superficial, la ilusión.. Pero es más: Espronceda, siguiendo una trayectoria típicamente romántica, ya ha llegado a un punto, muy similar al de Larra, en el que se encuentra totalmente alejado del resto del mundo, al callejón sin salida tan consustancial a todo el movimiento romántico español. No pudiendo contener su ímpetu juvenil, ni resolver sus contradicciones internas, siendo sujetos y esclavos de una ideología utópica, tan ajena a la realidad coetánea, alienados completamente del resto de sus mediocres conciudadanos, incapaces de cambiar la realidad como tan ardientemente lo intentaran, los románticos se condujeron con exactitud matemática a su fracaso y destrucción personal.


Bibliografía
- Barroso A. et al 2000. "Introducción a la Literatura Española a través de los textos - II. Siglos XVIII y XIX". Madrid: Ediciones Istmo.
- Αλεξίου Β., Παλαιολόγος Κ. 2001. "Λογοτεχνία Ισπανίας ΙΙ". Πάτρα: Εκδόσεις Ελληνικού Ανοικτού Πανεπιστημίου.


FUENTES DE INTERNET
- Escobar J.: "Larra: esperanza y melancolía". Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/larra/autor.shtml.
- Pueyo J. B. (2002): " Posturas de la crítica contemporánea ante el romanticismo español ". Disponible en: http://www.ucm.es/info/especulo/numero31/romanesp.html.
- Torrón D.M.: "Fundamentos teóricos acerca del Romanticismo español". Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01367397653436162065679/p0000001.htm.
- http://www.ale.uji.es/larrart.htm.
- http://www.ale.uji.es/romesp.htm.
- http://www.alohacriticon.com/viajeliterario/article520.html.
- http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/genios/estilos/16.htm.
- http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/larra/.
- http://coopvgg.com.ar/selva/espronceda/desesperacion.htm.
- http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1912.
- http://www.fundacionneruda.org/biografia_neruda1965.htm.
- http://www.los-poetas.com/j/espro.htm.
- http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=571.
[1] Josep Mª Bernis Pueyo (2002): " Posturas de la crítica contemporánea ante el romanticismo español ". Disponible en: http://www.ucm.es/info/especulo/numero31/romanesp.html.
[2] Ídem.
[3] No faltan tampoco quienes descartan toda la aquí expuesta argumentación sobre el carácter tardío y superficial del romanticismo español, y al contrario lo contemplan como del todo simultáneo e igual (si no superior) al correspondiente europeo. Por ejemplo, véase en: Torrón D.M.: "Fundamentos teóricos acerca del Romanticismo español". Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01367397653436162065679/p0000001.htm.
[4] Esta idea se puede encontrar también en: Escobar J.: "Larra: esperanza y melancolía". Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/larra/autor.shtml.
[5] Consúltese por ejemplo los datos biográficos del poeta que se ofrecen en: http://www.fundacionneruda.org/biografia_
neruda1965.htm.
[6] Se puede encontrar en: http://coopvgg.com.ar/selva/espronceda/desesperacion.htm.

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