Wednesday 12 March 2008

El Mío Cid - El Libro de Buen Amor - La Celestina: del Medioevo al Renacimiento español


Las tres obras maestras de la literatura española medieval, El Poema de Mio Cid, El Libro de Buen Amor y La Celestina, nos ofrecen una representación perfecta de la evolución de la sociedad, la cultura y la lengua españolas de la Edad Media. Su sucesión temporal corresponde exactamente a las transformaciones correspondientes que sufrió la sociedad y la ideología españolas durante el medievo, hasta los albores del Renacimiento.
Siguiendo la susodicha sucesión temporal física, tendríamos que empezar por definir los rasgos sociales de la España medieval que se reflejan en El Poema de Mio Cid. Dicha obra se escribe en el siglo XII (se ha fechado en 1140
[1]), mientras que su héroe principal, el Cid, sabemos que vivió en el siglo anterior (desde 1043 hasta 1099[2]). En lo que a España (aunque el término sea un poco inoportuno para la ocasión, pues España como tal se iba a formar como entidad nacional reconocible un poco más tarde) se refiere, se encuentra todavía dentro del llamado proceso de Reconquista, marcado por la continua alternancia de dominio entre las dos principales entidades étnicas y culturales que pueblan la Península: los cristianos y los musulmanes. Pero ya el mundo musulmán peninsular empieza a dar muestras de decadencia: el califato de Córdoba se ha descompuesto en pequeñas taifas, las que van a dar lugar a los efímeros emiratos almorávides (s. XI) y almohades (s. XII)[3]. Los reinos cristianos entran poco a poco en una fase de desarrollo en todo sector, hasta la culminación final del s. XV.
Dentro de este marco histórico, justamente en el seno del proceso de la Reconquista, se inscribe la vida del personaje histórico y el poema mismo de el Cid. ¿Qué características sociales y culturales emanan pues del poema, ya que como señalamos, la época histórica ha de reflejarse en la obra literaria?
Ø Primero, debemos hacer hincapié en que se trata de una sociedad teocrática y guerrera. La época propicia la aparición de jefes guerreros poderosos, mientras que todo el hilo social se puede afirmar que se influye y conformao casi por completo por estos dos pilares fundamentales: la religión y la guerra. De ellos emanan todas las características sociales, ya sean estática- o dinámicamente vistas: por ejemplo, a medida que los libres campesinos de las zonas fronterizas le sirven al 'status quo' social vigente de pobladores (recordamos el simultáneo proceso de Repoblación), de defensores o de trabajadores de las vastas tierras recién adquiridas, se les reconoce su libertad; pero, al expandirse y generalizarse el proceso de Reconquista, se van a nececitar mecanismos y hombres de fuerza para que se organice más eficientemente la guerra misma. Y así emerge el jefe militar, como en nuestra ocasión el Cid, figura que a largo plazo irá acumulanldo fuerza, títulos nobiliarios y posesión enorme de bienes y de hombres (los otrora propietarios libres de las fronteras)
[4].
Como era de esperar, la obra literaria coetánea a los procesos históricos-sociales ya descritos, ha de reflejar éstos mismos, y justamente ésto es lo que hace 'El Poema de Mio Cid'. El espíritu guerrero-teocrático se plasma de modo muy representativo en los versos mismos del poema, y como ejemplo consultemos el siguiente pasaje:

¡Grado a Ti, Padre espirital!
En sus tierras somos y femoles todo mal, Bebemos su vino y comemos el su pan, 1105 Si nos çercar vienen, con derecho lo fazen. A menos de lid no se partira aquesto; Vayan los mandados por los que nos deben ayudar, Los unos a Xerica y los otros a Alucad, Desi a Onda y los otros a Almenar, 1110 Los de Borriana luego vengan aca. Compeçaremos aquesta lid campal, Yo fio por Dios que en nuestro pro enadran. [CRONISTA] Al terçer dia todos juntados son, El que en buen hora nasco compeço de fablar. [CID] 1115 Oid, mesnadas, ¡si el Criador vos salve! Despues que nos partiemos de la limpia cristiandad, No fue a nuestro grado ni nos no pudiemos mas, Grado a Dios lo nuestro fue adelante, Los de Valençia çercados nos han, 1120 Si en estas tierras quisieremos durar, Firmemiente son estos a escarmentar; Pase la noche y venga la mañana, #0067 Aparejados me sed a caballos y armas, Iremos ver aquella su almofalla, 1125 Como homnes exidos de tierra estraña; Alli pareçra el que merece la soldada[5]


Queda patente por una parte el significado de la guerra para la sociedad y su justificación sin condiciones para ambos lados ("Si nos çercar vienen, con derecho lo fazen", "Como homnes exidos de tierra estraña" - pues, ya que los 'moros' son homnes exidos de tierra estraña, es lógico declararles la guerra), y por otra, la fuerte correlación entre la guerra y una religiosidad supersticiosa que aparentemente cumple la función bipolar de justificación moral y alivio sicológico para las consecuencias de aquélla.
Ø Por otra parte, mención especial merece el carácter feudal (tema que ya se ha insinuado antes, cuando hablábamos del proceso de acumulación de poder y bienes por los jefes militares
[6]) que también se encuentra estrechamente vinculado a la guerra, y el empuje insoportable que experimenta una sociedad en auge en todos los sectores, que se ve obligada a expandirse a toda costa, a fin de adquirir las tierras y los bienes imprescindibles para alimentar tal dinamismo; de modo que podemos hablar de una Reconquista llevada a cabo principalmente por motivos económicos, barnizada, eso sí, con las armas ideológicas de la religión cristiana, del consiguiente espíritu de cruzada, de los valores caballerescos y nobiliarios. En palabras del anómimo autor del Poema:
Quando vino el dezeno, hobieronsela a dar.
Grandes son los gozos que van por ese logar,
Quando mio Çid gano a Valençia y entro en la çiudad.
Los que fueron de pie caballeros se fazen;
¡El oro y la plata quien vos lo podrie contar!
1215 Todos eran ricos quantos que alli ha.
Mio Çid don Rodrigo la quinta mando tomar,
En el haber monedado treinta mill marcos le caen,
¡Y los otros haberes quien los podrie contar!
Alegre era el Campeador con todos los que ha,
1220 Quando su seña caudal seie en somo del alcaçar.
Ya folgaba mio Çid con todas sus compañas,
A aquel Rey de Sevilla el mandado llegaba,
Que presa es Valençia que no se la emparan
[7].
Hemos analizado ya el proceso de la impresión de un marco histórico concreto sobre la obra literaria coetánea en general, y hemos visto cómo éste se aplica al caso de El Poema de Mio Cid. Añadamos a este análisis estático una visión más dinámica: ¿coincide la evolución sociocultural de una sociedad con las diversas transformaciones que se notan en el campo de la literatura de dicha sociedad? O sea, si estudiamos obras literarias pertenecientes a diferentes épocas históricas ¿podremos deducir de ellas las metamorfosis diversa que ha sufrido a su vez la sociedad correspondiente?
Tomemos el caso de El Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita. Dicho libro se escribe en el s. XIV. Este siglo está marcado por una crisis en todos los niveles, tanto en Europa como en España: crisis demográfica (la peste negra oque empezó a expandirse por toda Europa en 1347), crisis económica (ocasionada en gran medida por los efectos despobladores de la ya mencionada peste negra y la consiguiente subida general de los precios que la carencia de mano de obra conllevó), crisis monárquica (que consistió en la irrupción de dinastías bastardas en la lucha de la reivindicación del trono monárquico, como lo hicieron por primera vez los Trastámara, y las subsiguientes guerras entre la monarquía 'legítima', propiamente dicha, y la nobleza), crisis religiosa (que se manifestó como crisis moral, como menosprecio hacia la religión y la Iglesia, como aumento de las supersisticiones, y que iba a culminar con el llamado Cisma del Occidente de 1378 en el marco europeo), y en fin, crisis cultural (fruto y motor a la vez de todas las ya mencionadas crisis diversas)
[8].
Justamente en este marco histórico se enmarca El Libro de Buen Amor, y si nuestra hipótesis ha sido correcta, dicha obra deberá haber incorporado los nuevos datos sociales, la nueva ética y estética, las nuevas necesidades.
Efectivamente: la obra del Arcipreste de Hita dispone de una temática variada y ligera, en vez de la pesada y sobria de el Poema de Mio Cid; su autor prefiere abordar el tema-tabú para la Edad Media de las relaciones amorosas entre el hombre y la mujer, siendo aparenetemente indiferente ante los temas grandes y heroicos de los siglos anteriores; el interés se centra ahora en los asuntos más humanos, casi prácticos (¡el Libro de Buen Amor se parece mucho a un manual sobre el modo de manejar alguien eficientemente las cosas del amor!) en vez de en las cualidades metafísicas de la valentía, del heroismo, de la sumisión sin condiciones a la voluntad de Dios y del rey, del honor que les atribuían a sus héroes los autores anónimos y los juglares de los siglos anteriorles; la pomposidad del cantar de gesta se ve sustituido por el tono jocoso, irónico y hasta cínico del Libro de Buen Amor; éstas no son épocas para los grandes ideales, sino que más vale la revaloración de las nacesidades más simples y terrenales; ya es hora para un giro radical hacia lo que hasta ahora se había condenado y reprimido de insignificante, de profano, de pecador. El arsenal ideológico medieval ya parace como que ha llegado a una bancarrota estrepitosa, y la inicial perplejidad del hombre del s. XIV se reemplaza por una drástica mutación del interés por lo mundano, lo humano. Y de esta reorientación precoz hacia lo humano (que necesitará más de un siglo y medio hasta florecer en la coorriente del Humanismo Renacentista) máximo exponente va a ser el Arcipreste de Hita con su Libro de Buen Amor.
Muy representativos al respecto son los fragmentos que siguen
[9]:

1. DE CÓMO EL ARÇIPRESTE FUÉ ENAMORADO É DEL ENXIENPLO DEL LADRÓN É DEL
MASTYN
[168] Duena de buen lynaje é de mucha nobleza,
Todo saber de dueña sabe con sotileza,
Cuerda é de buen seso, non sabe de villeza.
Muchas dueñas, é otras de buen saber, las veza.
[169] De talla muy apuesta é de gesto amorosa,
Loçana, doñeguil, plazentera, fermosa,
Cortés é mesurada, falaguera, donosa,
Graçiosa é donable de amor en toda cosa.
(Nótese el tema - tabú del amor, el tono gracioso de la lengua, la descripción fiel de las características físicas y sicológicas de la mujer).

2. DE CÓMO EL AMOR VINO AL ARÇIPRESTE É DE LA PELEA QUE CON ÉL OVO EL
DICHO ARÇIPRESTE
[181] Dyrévos la pelea, que una noche me vino,
Pensando en mi ventura, sañudo é non con vino:
Un ome grande, fermoso, mesurado á mi vino:
Yo le pregunté quién era; dixo: "Amor, tu vezino.
(aunque más abajo le va a reprochar al Amor por los males que él conlleva, en esta estrofa la descripción que le hace el Arcipreste de Hita es del todo halagüeña).

3. ENXIENPLO DE LA PROPIEDAT QUE'L DINERO HÁ
[490] Mucho faz' el dinero, mucho es de amar:
Al torpe faze bueno é ome de prestar,
Ffaze correr al coxo é al mudo fablar,
El que non tiene manos, dyneros quier' tomar.
[491] Sea un ome nesçio é rudo labrador,
Los dyneros le fazen fidalgo é sabydor,
Quanto más algo tiene, tanto es de más valor;
El que non há dineros, non es de sy señor.
[494] Ffazíe muchos priores, obispos é abbades,
Arçobispos, dotores, patriarcas, potestades,
Á muchos clérigos nesçios dávales denidades.
Fazíe verdat mentiras é mentiras verdades.
[495] Ffazíe muchos clérigos é muchos ordenados,
Muchos monges é mongas, rreligiosos sagrados:
El dinero les dava por byen esaminados;
Á los pobres dezían que non eran letrados.
[503] Yo vy á muchos monges en sus predicaçiones
Denostar al dinero é á sus tenptaçiones;
En cabo, por dyneros otorgan los perdones,
Asuelven los ayunos é fazen oraçiones.
(aquí el Arcipreste de Hita se muestra muy elocuente sobre la crisis religiosa y moral de la que hablábamos antes. ¡Nótese el contenido revolucionario de estos versos, en los que el autor no duda en parodiar hasta a los decaídos representantes de Dios!).
Por último, contemplando la obra de Fernando de Rojas Tragicomedia de Calisto y Melibea, más conocida como La Celestina, no podemos sino volver a reconocer la validez del axioma general que anteriormente hemos formulado: que diferentes épocas históricas han de producir obras literarias a su imagen y semejanza. Efectivamente, podemos apreciar elementos novedosos en La Celestina, que nos aseguran de que nuevos aires soplan en la época de finales de la Edad Media: Ya estamos en los albores de la llamada Edad Moderna y del Renacimiento. Las corrientes prerrenacentistas del Humanismo y del Erasmismo van imponiéndose en el campo filosófico, cultural y artístico, presagiando la posterior gloria del Renacimiento
[10]. Se nota un enorme ímpetu en la política (con la incotenible expansión territorial en la que se va a echar España y su subsiguiente conversión en la mayor potencia del mundo), en la economía, y en la cultura. La Celestina constituye el momento cumbre de una literatura que a su vez corresponde a todo este contexto político-social de expansión y de desarrollo.
Es por estas razones que adopta su peculiar forma de obra dialogada para ser leída
[11], recurso formal que obviamente está vacilando entre la prosa y el teatro; se le nota pues, una conciencia y un esfuerzo de abarcar formas y contenidos más complicados y compuestos, si bien todavía no se han madurado las condiciones que un poco más tarde alimentarán el gran teatro barroco español. Flirteando con los recursos trágicos (en vez de los meramente narrativos) que abren nuevas perspectivas en la expresión literaria, La Celestina ya da muestras de su carácter renovador; centrándose en los aspectos trágicos del comportamiento individual de sus héroes, merece calificarse de humanista[12] y de renacentista[13]; no consiguiendo todavía desprenderse de las premisas moralizadoras medievales, sí se esfuerza en inscribirse en la nuevas corrientes antropocéntricas del Renacimiento incipiente; dejándose seducir por el encanto del habla popular de sus personajes de modesto linaje, se adhiere a un realismo más práctico, más cotidiano y humano, guardando las distancias con la lengua épica y pomposa de los poemas épicos medievales por un lado, o con el lenguaje intencionadamente culto utilizado por los eruditos poetas que ejercieron el mester de clerecía, por otro.
En este sentido, La Celestina constituye el prototipo de obra literaria de su época, asimilando magistralmente lo existente y lo que ha de venir, lo conocido y lo desconocido, la tradición y la transición, conservando para sí el título de la gran obra artística y corroborando en definitiva nuestra hipótesis inicial de correlación indudable entre contexto histórico y expresión literaria.

Bibliografía
- Barroso A. et al 2001. "Introducción a la Literatura Española a través de los textos - I. De los orígenes al siglo XVII". Madrid: Ediciones Istmo.
- Martín J. L. et al, 2005. "Historia de España - 1. De la Prehistoria al fin del Antiguo Régimen". Madrid: Ediciones Taurus.
- Ubieto A. et al, 1991. "Introducción a la Historia de España". Barcelona: Editorial Teide.
- Πάντου Σ. 2001. "Λογοτεχνία Ισπανίας Ι". Πάτρα: Εκδόσεις Ελληνικού Ανοικτού Πανεπιστημίου.

FUENTES DE INTERNET
- http://aaswebsv.aas.duke.edu/celestina/MIO-CID/.
- http://www.ai-camineria.com/congresos/celestina.htm.
- http://aula.elmundo.es/aula/laminas/lamina1078827929.pdf .
- http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/cid/02405030878817831754491/01037
9.pdf?incr=1.
- http://www.gutenberg.org/etext/16625 (formato 'Plain text, iso-8859-1, zip, 439 KB, main site mirror sites P2P').
- http://www.gutenberg.org/etext/1619.
- http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/1celeste.htm.
- http://www.ucm.es/info/especulo/numero25/b_amor.html.



[1] Barroso A. et al 2001. "Introducción a la Literatura Española a través de los textos - I. De los orígenes al siglo XVII". Madrid: Ediciones Istmo, pág. 59.
[2] Πάντου Σ. 2001. "Λογοτεχνία Ισπανίας Ι". Πάτρα: Εκδόσεις Ελληνικού Ανοικτού Πανεπιστημίου, σελ. 27.
[3] Martín J. L. et al, 2005. "Historia de España - 1. De la Prehistoria al fin del Antiguo Régimen". Madrid: Ediciones Taurus, pág. 141-144.
[4] Para una breve descripción del proceso, véase en Martín J. L. et al, 2005. "Historia de España - 1. De la Prehistoria al fin del Antiguo Régimen". Madrid: Ediciones Taurus, pág. 135-137.
[5] Disponible en: http://aaswebsv.aas.duke.edu/celestina/MIO-CID/.
[6] Martín J. L. et al, 2005. "Historia de España - 1. De la Prehistoria al fin del Antiguo Régimen". Madrid: Ediciones Taurus, pág. 135-137.
[7] Disponible en: http://aaswebsv.aas.duke.edu/celestina/MIO-CID/.
[8] Ubieto A. et al, 1991. "Introducción a la Historia de España". Barcelona: Editorial Teide, pág. 229 que -247.
[9] Tomados de: http://www.gutenberg.org/etext/16625, formato 'Plain text, iso-8859-1, zip, 439 KB, main site mirror sites P2P'.
[10] Ubieto A. et al, 1991. "Introducción a la Historia de España". Barcelona: Editorial Teide, pág. 291-292.
[11] Barroso A. et al 2001. "Introducción a la Literatura Española a través de los textos - I. De los orígenes al siglo XVII". Madrid: Ediciones Istmo, pág. 240.
[12] ¡En: http://aula.elmundo.es/aula/laminas/lamina1078827929.pdf se le categoriza como perteneciente al género de la comedia humanista!
[13] Barroso A. et al 2001. "Introducción a la Literatura Española a través de los textos - I. De los orígenes al siglo XVII". Madrid: Ediciones Istmo, pág. 240,241.

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